Cuento: Un conejo aventurero

Érase una vez un conejo que estaba comiendo en el desierto y vio una loba que se lo quería comer.
Corrió como un rayo hasta el río.
Estaba muy cansado y una tortuga le dijo: -¿Qué te pasa?
- No me gusta mi cuerpo. Y siempre tengo que correr. Me gustaría cambiar de cuerpo.
- Pero, estás muy bien con ese cuerpo. Bueno, pero si en verdad quieres cambiar de cuerpo, anda a la montaña más alta y dile al águila que te deje tocar su roca y podrás tener el cuerpo que tú quieras.
Y el conejito se fue a la montaña más alta. Caminó tanto, pero tanto... y llegó.
El águila le dijo que tenía que buscar: un diente de cocodrilo, lágrimas de león, una serpiente venenosa y una pluma de cuervo. Todo eso, en sólo tres días.
Y así fue.
Bajó la montaña, fue al lago y encontró al cocodrilo. Le dijo: -Señor cocodrilo, tiene una caries.
-¡Oh, no!,sacamela, dale.
- Bueno.
El conejo agarró un poco de pasto para arrancarle un diente, tiró y tiró hasta sacarle el diente. Después fue a la sabana en busca de las lágrimas de león. Fue hasta un león y le dijo: - Tienes el ojo morado, te lo voy a curar. Espera que traigo el remedio.
Entonces fue al árbol de limones, cortó uno y y le puso jugo en un ojo. Y el león se puso a llorar.
El conejo rápidamente guardó en una bolsa las lágrimas.
De allí fue hasta el árbol más alto en busca de un nido de cuervo. Se acercó al cuervo y le dijo: ¡Qué lindas plumas tienes! ¿Me dejas acariciarlas?
- Sí, pero con cuidado.
Tocó un poco y después le arrancó tres plumas.
Caminó unas cuadras y vio una serpiente. Le dijo: - escóndete dentro de esta botella.
La serpiente entró y el conejo muy alegre regresó a la montaña y le dijo al águila: -toma, acá están todas las cosas que me pediste.
El águila le entregó la roca y el conejo se convirtió en un elefante.

Enviado por Matilde Ulfe (2ºC)