viernes, 4 de septiembre de 2009

NECESITAMOS MÁS VOLUNTARIOS

Cocinar es un acto de amor...
En el mes de junio, los niños de 2º cocinaron junto a sus familias para preparar un chocolate en homenaje a sus abuelos en su día.
Fue una experiencia inolvidable...

¿Qué comemos hoy?
Cocinar es siempre un acto de amor y no sólo en las fechas importantes.
Hay que elegir, pensar, crear...
Por eso es tan importante valorar y compartir con el niño ese trabajo y esa responsabilidad en vuestros hogares, día a día...


Pero en casa no siempre se dispone de tiempo...
¡No toques que te vas a ensuciar!
Ahora estoy cocinando, no te puedo atender.
Te puedes quemar...
¿Cuántas veces se oye esto en la cocina?

Consejos que no habría que dar...
Buscando recetas sencillas para trabajar con nuestros alumnos en la escuela, encontramos una página en Internet que aconseja para evitar incendios "Mantenga alejados a los niños de la cocina". Creemos que esta no es la mejor solución. El niño puede y debe tener la oportunidad de aprender a cocinar; simplemente hay que enseñarle cuáles son los peligros y optar por recetas que no impliquen un riesgo para él.

La cocina es mi primer laboratorio...
¿Por qué los docentes insistimos tanto en la idea de cocinar en la escuela?
Cuando el niño cocina, está aprendiendo de una manera más divertida e interesante.
Tiene la oportunidad de aprender química (mezclas, combinaciones, cambios de estado, cambios químicos...) y poner en práctica sus conocimientos de matemática: medir, comparar, estimar, calcular..., entre otras cosas.
Si a eso le sumamos el hecho de que la familia se pueda integrar en esta actividad, la experiencia es más enriquecedora aún.
Cuando el niño siente que su familia lo apoya y participa de lo que para él es importante, se siente más seguro.

¡La mamá de Stéfano ya se animó!
Estuvo de visita en 2º A y en 2º C y les enseñó a los niños a preparar charque.
¿Quién se anima ahora?

No hay comentarios:

Publicar un comentario